La ginebra se originó en Amsterdam. Un médico muy famoso elaboraba un elixir medicinal para tratar malestares estomacales y deficiencias respiratorias. Consistía en macerar bayas de enebro en un destilado de granos.
Las propiedades medicinales del enebro eran muy apreciadas y se potenciaban con el destilado. Su nombre se debe al vocablo holandés “jenever”, que significa enebro. Desde entonces, la ginebra se popularizó por el mundo, iniciando por Inglaterra ya como bebida espirituosa, no medicinal.
Hasta la actualidad se prepara a partir de la destilación de los cereales señalados, pero hay otras modificaciones como el uso de otras especias como anís, hinojo y cardamomo.
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